Escapar de mi servicio militar secreto en 1965 fue una locura, especialmente a París, en pleno invierno y sin dinero. Abdelmalek de Argelia se convirtió en mi benefactor y me invitó al mundo subterráneo de las alcantarillas. Allí me hizo una propuesta indecente, que llevé a cabo con la ayuda de cerveza francesa.
Estar abrazado por una anaconda serpenteante, atacado por lindos monos mico, estar servido larvas de palmera gordas a la parrilla, visitar tres países en media hora, ¿dónde puede ser? Sí, era el sueño de mi niñez hecho realidad. Visitar el Amazonas.
Con mi hermanito he hecho viajes aventurosos a Vietnam, Kurdistán, Costa Rica, Nicaragua, Cuba, Amazonas y Bélgica. Viajes sin planear, con aventuras donde no hemos vislumbrado. Viajes maravillosos.
He viajado por gran parte de Colombia. En bicicleta por los Andes y por los ríos. En bus o chiva a pueblos en las montañas. En barco por el río Amazonas y las islas del Mar Caribe. Almorzamos en un lugar donde tenían un trovador y su acompañante. El trovador rápidamente inventó una trova sobre mí.
