Cementerio gigante

No soy muy aficionado a los funerales (ni a las bodas tampoco), pero durante tres de mis visitas a Cuba he visitado una tumba en particular. La gigantesca Necrópolis de Colón en la capital cubana, La Habana. El cementerio tiene 50 hectáreas, así que es todo un logro recorrerlo, especialmente con el calor intenso que ha hecho cada vez que he visitado.

Dos cuerpos

En la tumba que me ha cautivado reposan los cuerpos de dos personas: Amelia Goyri de la Hoz y su bebé. Amelia murió de preeclampsia durante el parto en 1901, al igual que su bebé. Según la tradición antigua, el bebé fue colocado entre las piernas de la madre. El impresionante monumento funerario está esculpido en mármol blanco de Carrara en Italia.

Siempre hay flores frescas en la tumba de Amelia.

Larga fila

Cuando me acerqué al monumento funerario tuve que hacer fila, ya que la tumba es muy visitada. Se espera que uno se acerque de frente al monumento y coloque la mano sobre el bebé esculpido, que es marrón en la parte trasera por los años de caricias de manos sucias de los visitantes. Se piden un milagro y se agradece por los milagros concedidos. Uno se retira de la tumba caminando hacia atrás sin dejar de mirar la escultura.

La bebe se habia movido

Su viudo José Vicente visitó la tumba todos los días durante 40 años hasta su muerte. Solía golpear la tumba tres veces para despertar a Amelia y luego hablaba con ella mientras mantenía una mano sobre la tapa de la tumba. Cuando su padre murió en 1914, José Vicente decidió enterrarlo junto a Amelia. Al abrir la tumba, se vio que los cuerpos se habían momificado después de trece años y que el bebé yacía sobre el pecho de la madre en lugar de entre sus piernas. Cuando la historia de este milagro se difundió, comenzó la peregrinación a la tumba.

Un lugar con muchos visitantes

La tumba se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Cuba. La gente va allí para pedir que sus deseos se hagan realidad. No recuerdo exactamente qué deseé cuando estuve allí, pero sea lo que sea, estoy seguro de que se cumplió.