Las carreteras en Letonia son buenas para ciclismo de larga distancia, incluso usando una bicicleta plegable Brompton de ruedas pequeñas. En algunos lugares también encontrarás carriles de bici bastante buenos. A principios de junio, hice un viaje en bici por Letonia de dos semanas y 400 km con mi Brompton eléctrica.

Tráfico duro pero respetuoso
La cultura de tráfico es un poco más agresiva que en Suecia, y a veces los carros pasan muy cerca de los ciclistas. Se maneja rápido, pero gracias a las cámaras de velocidad, los límites son respetados. Todos se detienen sin excepción en las luces rojas, y se espera que como ciclista también lo hagas. Los peatones y ciclistas tienen prioridad en los cruces.

Carriles de bici
Existen carriles de bici aquí y allá, y están bien señalados en mapy.cz, la app de mapas checa que usan muchos ciclistas (yo también, incluso en Colombia). Se puede descargar gratis en Google Play. A veces, el carril de bici se desvía de la carretera y se mete un poco por el bosque.

Adoquines y cascadas
A los letones les gusta conservar su cultura antigua, y no es raro encontrar calles adoquinadas. ¡Son terribles para pedalear! Lamentablemente, no están marcadas en los mapas. Por otro lado, frecuentemente hay vistas hermosas para disfrutar mientras pedaleas, como la cascada más ancha de Europa (249 m), que pasé en Kuldiga. Aunque la altura no es tan impresionante (unos 2 metros). Otro espectáculo interesante son los numerosos nidos de cigüeñas a lo largo de las carreteras.

Bancas para descansar
Muchas carreteras regionales (marcadas con P antes del número de la carretera) tienen bancas en las paradas de buses. Son perfectas para descansar y comer algo de lo que llevas. Detrás suele haber bosque, por lo que es fácil encontrar un lugar para orinar en caso de necesidad. Las carreteras P están casi siempre pavimentadas.

Caminos de grava
Las carreteras locales (con la V antes del número) suelen ser caminos de grava de una calidad similar a los de Suecia. Una vez, mientras iba en bici por uno de estos, escuché un tractor acercarse por detrás. En mi retrovisor vi, para mi sorpresa, que traía una hoja niveladora grande y pesada en la parte de atrás. Me di cuenta de que sería un problema quedar atrapado detrás, así que pedaleé lo más rápido posible. Pero el tractor se acercaba cada vez más y pitaba de forma amenazante. No tuve más opción que hacerme a un lado. Después tuve que llevar la bici caminando en 15 cm de arena suelta por 15 kilómetros, hasta que finalmente llegué al asfalto cerca de Līgatne.

Cruces de ferrocarril inclinados
Incluso con bicicletas de ruedas normales, cruzar los rieles puede ser complicado. Las vías aquí son profundas y anchas, así que hay que cruzar en ángulo recto para no caerse, o mejor aún, bajarse y pasar caminando.

El mejor tramo
La mejor ruta de todo el viaje fue la carretera P6, de Ragana a Saulkrasti. 26 km de asfalto liso, suficientemente ancho y con poco tráfico. Me sorprendió al principio no ver camiones pesados, hasta que vi una señal de tráfico que indicaba que el peso máximo permitido en esa vía era de 7,5 toneladas. ¡Maravilloso!